miércoles, 5 de noviembre de 2014

La noche es más peligrosa de lo que pensamos... y por carretera.....

¡Ring! ¡Ring!
Parecía el timbre de la puerta, pero era el teléfono...
una mujer mayor que estaba esperando que su hija volviera de fiesta sentada en el salón de su casa, se asusto mucho y a la vez se alegró cuando sonó el teléfono,  se paró ante él unos segundos antes de descolgar, cuando descolgó vio que la llamada provenía de Marta, la mejor amiga de su hija, comunicándole que Sara había tenido un accidente y estaba en el hospital; le dijo que se lo tomara con calma, ella colgó corriendo, se puso lo primero que pillo y se fue al hospital.



Cuando llegó al hospital, se encontró con todos los amigos de Sara en la sala de espera, allí estaban Marta, Pedro, Cristina, Pablo y Marcos, todos se levantaron cuando vieron a la madre de Sara entrar por el pasillo, durante un par de minutos hubo un silencio incómodo, hasta que Pablo, decidió romperlo haciendo una llamada de teléfono a Tony, el novio de Sara. Tony tardó en contestar a la llamada, y cuando contestó lo hizo de mala manera, ya que había interrumpido su tiempo de estudio, pero Pablo tenía una buena razón para haber interrumpido a Tony. Pablo le dijo: Tony, se que estas ocupado pero tengo que decirte una cosa muy importante, y quiero que te lo tomes con calma y no te preocupes... Sara... ha tenido... un accidente, estamos en el hospital que hay bajo el colegio, estábamos en una fiesta y .... no nos dimos cuenta de que cogió el coche... lo siento mucho, Pablo se lo dijo todo de una porque sabía que Tony le iba a colgar y iba a ir corriendo al hospital, y no quería que llegara allí con la intriga y sin saber nada de Sara, y efectivamente lo único que dijo Tony fue: ¡Quiero verla! y salió corriendo hacia el hospital.



Cuando llegó vio a tanta gente que pensó que había sido muy grave, pero la madre de Sara se levanto y lo abrazo diciéndole que no se preocupase y se sentase que pronto saldría el doctor. Tony se sentó y vio que los amigos de Sara estaban muy nerviosos y eso a él no le tranquilizaba.


Cinco minutos más tarde salió el doctor bastante tranquilo, y les dijo que Sara no estaba grave pero aún así no estaba del todo bien, que debería quedarse unos días en el hospital.
todos se levantaron corriendo y le dijeron al doctor que querían ver a su amiga, a su hija, y a su novia. Entonces primero entró Pablo, después entró Marta, luego Cristina, Marcos, Pedro y por último su madre y Tony decidieron entrar juntos.



Al día siguiente, Tony fue a recoger a la madre de Sara para acompañarla al hospital. Cuando llegaron, Sara estaba despierta y cuando le estaban contando lo que había pasado entró el medico con los resultados de las pruebas, y esos papeles decidían si Sara podía seguir adelante como antes o cambiaria su vida a partir de ese día, el doctor cogió los papeles y la madre y Tony empezaron a temblar, y el doctor les dijo que Sara había perdido mucha sangre y que estaría muy débil durante un tiempo, y que lo que le había pasado a Sara había sido un milagro, que era casi imposible que hubiera salido tan bien de aquel accidente, cuando los familiares oyeron eso se les pintó una sonrisa en la cara.


Sara se llevó dos semanas ingresada en el hospital, y cuando por fin salió, solo tenía ganas de estar con su familia y sus amigos después de lo que había pasado, y cuando llegó a su casa se encontró a todos en el salón con globos, piñatas, todos disfrazados y haciendo el tonto, para volver a sacarle una sonrisa a esa preciosa niña, que había salido de esa cárcel.


Desde ese momento Sara no paró de sonreír en mucho tiempo y por supuesto tuvo mucho más cuidado con esas salidas y fiestas nocturnas tan peligrosas.


Sara se sentía como una princesita de un cuento de hadas, más querida que nunca, sentía aprecio hacia esas personas que estaban apoyándola y acompañándola en ese momento. Cuando vio a Tony no se podía creer que no se hubiera separado de ella en todo el tiempo que estuvo en el hospital, y que renunciara a ese examen tan importante por ella, le dio el abrazo más grande que había dado en su vida y supo que ese abrazo que tantas ganas tenia de soltar estaba reservado para la persona y el momento perfecto.


Y con esto termina la historia  que os cuento.

viernes, 24 de octubre de 2014

Nacen un príncipe y un mendigo

En la vieja cuidad  de Londres, y en cierto día del siglo XVI, le nació un hijo a una familia pobre, apellidada Canty, que no deseaba tenerlo. El mismo día le nació otro niño ingles a una familia rica, apellidada Tudor, que lo deseaba. Lo deseaba. Lo deseaba también Inglaterra toda. Inglaterra lo había deseado ardientemente durante mucho tiempo, había hecho votos por tenerlo, y se lo había pedido a Dios con oraciones; y con que le llegaba por fin, su pueblo estaba 
casi loco de regocijo. Personas que eran simples conocidos, se abrazaban, se besaban mutuamente y lloraban. No hubo nadie que no hiciese fiesta: altos, bajos, ricos y pobres banqueteaban, cantaban y se ponían alegrillos; eso duró días y noches enteras. Londres era de día digno de verse, con alegres bandejas ondeando en todos los balcones y tejados, mientras recorrían las calles magníficos cortejos. Y durante la noche volvía a ser digno de verse, con sus grandes hogueras en todas las esquinas, y en torno a ellas, la multitud entregándose a la mas bulliciosa algazara. No se hablaba en toda Inglaterra de otra cosa que de el recién nacido, Eduardo Tudor, príncipe de Gales, que descansaba envuelto en seda y rasos, ajeno a tanta jarana, sin saber que unos grandes señores y damas le cuidaban  y tenían puestos los ojos en él. Sin saberlo ni dársele un comino por ello. 
Nadie hablaba del otro recién nacido, Tom Canty, fajado en pobres harapos, como no fuese la familia de solemnidad a la que había venido a fastidiar ahora su presencia.   

martes, 21 de octubre de 2014

"Los ojos marrones"

Yo creo que he visto unos ojos marrones, son los ojos con mas sentimiento que he visto jamás, eran unos ojos brillantes, unos ojos que eran bonitos sin pintar, pero raramente no estaban pintados, aunque ese maquillaje no ocultaban ni la alegría ni la tristeza de esos ojos. Cuando esos ojos me miraban y sonreían, me mostraban alegría, emoción y seguridad, cuando me miraban y lloraban se llenaban de lágrimas y sentía que me ahogaba en sus ojos. Solo al mirar esos ojos podía ver que habían pasado por muchas cosas en su vida y que habían visto cosas que otros ojos no habían visto. Eran unos ojos tan profundos que guardaban sus sentimientos y sus problemas en ellos y los podía mostrar cuando quisiera. Esos ojos eran mas brillantes que cualquier otro. Parecían seguros de sí mismos, y daban seguridad a los demás. Sus ojos la definían a ella, cuando sus ojos lloraban, ella estaba triste, y cuando sus  ojos se achinaban significaba que estaba sonriendo y que estaba feliz. Eran unos ojos traviesos, eran intensos y ponían nerviosos al que los miraba. así eran esos ojos, emocionados, alegres, tristes, comprensivos, y preciosos.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Retrato

Desire, es una chica alta, delgada, atlética y sana. ella tiene el pelo corto, alborotado, de corte desigual y de color moreno oscuro. su cara redondeada de color blanco casi rosado, que en ciertas ocasiones se pone colorada, debido a su timidez. su frente estrecha y lisa. sus ojos despiertos e intensos. su nariz fina y puntiaguda. su boca pequeña y fina. su cuello corto y grueso. sus labios finos y delgados. sus mejillas sonrojadas y redondas. sus cejas delgadas y arqueadas. sus orejas pequeñas y pegadas. su forma de vestir era discreta y sofisticada. y su forma de ser era alegre, apasionada, valiente, feliz, confiada, decidida, inteligente, risueña, tímida y extrovertida.

viernes, 3 de octubre de 2014

BIENVENIDOS

Os doy la bienvenida a mi nuevo blog, no tengo mucha experiencia, pero espero que os guste ya que voy a reflejar mis trabajos de clase y algún que otro pensamiento, sentimiento, consejo o sueño...
Saludos y Gracias.